- A la hora de leer, ¿escoges el género romántico siempre?
Antes no, leía todo lo que caía en mis manos. Incluso hubo un tiempo en que lo único que leía era a Juan José Benítez, este escritor se dedicó a narrar avistamientos de Ovnis (era muy interesante). Y luego escribió la saga Caballo de Troya: se trata de viajes en el tiempo ─más concretamente a la época de Jesús─. Tiene el talento de dejarte en la duda, cuando acabas de leer un libro suyo, no sabes si lo que has leído es cierto o ficción.
Luego descubrí la novela romántica con Johanna Lindsey y La novia cautiva, a partir de ahí ya no escojo ningún otro género, me enamoré de la romántica; con estas tenemos el final feliz asegurado.
Se dice por ahí que de un tiempo a esta parte las escritoras y lectoras de romántica se han multiplicado, yo creo que lo que pasa es que estamos saturados de realidad, que lo que se busca cuando eliges un libro, es evadirte de lo que estamos viviendo día a día.
- ¿A qué edad comenzaste a dar forma a tus propias historias?
Creo que sobre los veinti y pocos años, tenía una máquina de escribir, y me puse en ello, pero era un autentico rollo, al releer, me había dejado algo, o quería añadir algo más, copia otra vez lo escrito y vuelta a empezar. Ahí me desanimé y lo dejé aparcado. Ahí también influyeron otras prioridades, que eran mis hijos; fui madre muy joven, y entre el trabajo, la casa y mis hijos, no me quedaba tiempo. Eso no quiere decir que las historias no estuvieran ahí. Antes de dejarlas volar, les doy mil vueltas dentro de mi cabeza. Recuerdo que era muy jovencita que me acostaba imaginándome historias y a la noche siguiente, seguía con la misma; no la plasmaba en papel pero ahí estaba.
Al poco tiempo entró en mi casa el primer ordenador, ¡qué gozada! Entonces fue cuando de verdad me puse a escribir. Aunque no se lo enseñaba a nadie, lo hacía por puro placer.
- Actualmente, ¿compaginas tu sueño literario con el trabajo?
Sí, por las mañanas me gano el pan como puedo, como todo el mundo. Y por las tardes me dedicó a escribir, (siempre pendiente de la lavadora, etc… etc…) Como todas las mujeres, que estamos en cinco sitios a la vez. Aunque confieso que muchas veces cierro mis otros sentidos para escuchar a mis musas y trato de olvidarme de lo que hay a mi alrededor. Lo consigo, sí, es cuestión de práctica; de convencernos a nosotras mismas que por no planchar no pasa nada, que lo que no hagamos un día lo haremos al siguiente. Y así poder dedicarnos a lo que verdaderamente nos apasiona, a lo que nos transporta, a lo que nos hace vivir nuestras vidas paralelas, que son las de nuestros personajes.
- Tus novelas son romances contemporáneos, ¿has pensado en lanzarte al romance histórico alguna vez?
Precisamente ese es mi mayor reto, y ahora que no nos oye nadie… jajaja, te confieso que he empezado una situada en la Irlanda medieval. Me paso horas en compañía de nuestro amigo Google, investigando, no quiero meter la gamba a la primera de cambio.
Hace unos años si me hubiesen dicho que me iba a poner a escribir histórica me habría reído mucho, mucho.
Te voy a contar una anécdota: en el año 2014 quise presentarme a los relatos de 152 rosas blancas de Divalentis. Para quien no esté familiarizada con el certamen, os diré que son relatos muy cortos, te dicen los caracteres máximos, las palabras… Empecé uno, y cuando me di cuenta ya me había pasado y aún no había transmitido lo que yo quería decir, lo releía y me parecía bueno, lo archivaba y empezaba otro, y así tengo varios archivos, que espero que algún día vean la luz como novelas. En esa edición tengo publicados mis dos relatos.
- ¿Qué te dijo tu familia cuando les informaste que ibas a publicar una de tus novelas? ¿Te apoyan en esta aventura literaria?
Es que no les informé… jajaja. La única que sabía que publicaba era mi hija, que me hizo la portada de PERSEGUIDA POR SU PASADO, entonces esperé a tenerla en la mano, en papel y ta chan… La sorpresa fue mayúscula.
Tengo el apoyo de mis hijos, ellos son los que me animan a seguir día a día, que se alegran y que me lo hacen saber, y sobre todo cuando me peleo con el ordenador me ayudan.
Luego está mi madre, que es LECTORA con mayúsculas, la que le cuenta a todas sus amistades que tiene una hija escritora.
- ¿Cuándo acabas una novela hay alguien que la lea antes que nadie?
Solo una la he dejado leer a una amiga, y es precisamente ALIANZAS ETERNAS, que saldrá el día 19 de este mes. Las otras no. Me habría gustado, pero es que cuando ves la cara que se le queda a la gente cuando le dices soy novelista de romántica, te echa para atrás.
Por eso fue tan importante para mí, cuando me encontré con El Rincón de la Novela Romántica, allí se leían mis historias y me daban consejos.
- ¿Qué significó para ti el foro del Rincón de Novela Romántica?
Todo, lo significó todo. Toparme con El Rincón de la Novela Romántica fue el sumum de mis sueños. Empecé a leer novelas en el foro y a comentar; y las foreras me animaban a que compartiera con ellas mis historias, aterrada por si no gustaba a nadie subí un trocito, porque no lo tenía ni por capítulos, la acogida fue espectacular; a la semana siguiente ya estaba subiendo capítulos de dos novelas a la vez. Los comentarios, las críticas constructivas y el cariño que allí encontré me han acompañado hasta el día de hoy, y espero que para siempre. He hecho muy buenas amigas allí. Hay mucho respeto y muy buen rollo. Es un lugar donde se me dio la oportunidad de crecer, de mejorar lo que estaba haciendo, de aprendizaje.
- ¿Cuánto tardas en crear una historia?
Depende, por lo general meses, eso hablando de romántica actual, que hay de documentarse más bien poco. Si a todo eso contamos en dejarla reposar una vez terminada y las revisiones que hay que hacerle a todas las novelas… Hay veces que tardo más en esas revisiones que en la escritura misma, porque algún personaje se me va de parranda y le da un giro inesperado a la historia.
Eso sin contar que siempre tengo más de un proyecto en marcha.
- ¿Tienes algún lugar especial para escribir?
Sí, un rincón de una habitación donde tengo el ordenador, rodeado de papeles donde tomo notas.
- Ahora que sabemos un poquito más de ti, ¿qué te parece si pasamos a hablar de tus novelas? ¿Qué podrías decirnos de Perseguida por su pasado?
Varias de mis novelas son… ¿Cómo te diría? Reivindicativas, son un grito hacia lo que no me gusta de nuestra sociedad, he escrito sobre los incendios en los bosques, me pongo enferma cuando hay uno o más, que por desgracia asolan nuestra tierra año si, año también. He escrito sobre el problema de las mujeres embarazadas y el empleo, sobre drogas… Pues digamos que PERSEGUIDA POR SU PASADO es mi manera de gritar “no, a la violencia de género”. Y si juntamos eso con mi alma romántica, sale esta historia de amor.
- ¿Cómo describirías la relación entre Natalia y Cloe?
Son hermanas de corazón, lo que pasa es que Cloe está enamorada y no ve más allá de lo que su pareja, Carlos, quiere que vea. Natalia le advierte, pero el amor tiene cegada a Cloe hasta el punto de negar lo que está pasando.
- ¿Descubrirá Natalia que hay hombres buenos gracias a Moreno?
Sí, por supuesto. Él se siente culpable por haberle fallado con su amiga; y en el proceso de protegerla irá creciendo entre ellos el amor.
- ¿Qué nos encontraremos en Todo empezó con un beso?
Una historia muy tierna, un amor que crece a fuego lento, que vence todas las adversidades, y las dudas de una mujer que no confía en los militares, pero que sin embargo se traslada a vivir a un campamento militar para ejercer su profesión. Que busca sentirse necesitada y ayudar a todo el mundo. Y sobre todas las cosas necesita que la valoren.
- ¿Qué características definen a Paty?
Es una mujer que muestra al mundo su lado fuerte, cuando en realidad está herida por la indiferencia de su padre hacia ella. Es generosa, inteligente y muy sagaz.
Roberto es un amor, a pesar de ser un militar (macho alfa), sabe ver la vulnerabilidad de Paty. Y poco a poco le demuestra que no todos los hombres son como su padre. Es tierno con ella y cura las heridas de su corazón.
- Esta novela salió publicada de la mano de Selección RNR, ¿cómo ha sido la experiencia con ellos?
Si te digo extraordinaria, me quedo corta. Es un equipo de profesionales magnificas; si tienes alguna duda, solo hace falta preguntar y te responden muy pronto. Se implican en todo el proceso, y nunca te sueltan de la mano. Te guían y hacen que te sientas arropada. Te miman al mismo tiempo que miman las novelas.
Para mí son mis hacedoras de sueños.
- En Pasión Incontrolada encontramos acción y amor. ¿qué te inspiró para crearla?
La vida misma. En el instituto que iba mi hija nos advirtieron de que habláramos con nuestros hijos, porque en los recreos se pasaban drogas a través de las vallas. Y luego está la cafetería donde se reúnen todos los personajes al terminar la jornada, que la ambienté en la que nos reuníamos mis amigos cuando salíamos del trabajo y de estudiar. Lo mezcle todo dentro de la coctelera y salió esta novela. Poniéndole una buena dosis de ficción claro está.
- ¿Cómo son los protagonistas principales?
Erik es policía y viudo, padre de un niño de cinco años. La madre de la criatura murió de una sobredosis y está resuelto a criar a su hijo solo.
Jenny es profesora de niños de primaria, dulce, amable, inteligente y muy bella.
- ¿Por qué deberían leerla los lectores?
Porque es una historia de amor muy tierna. Donde se mezcla el amor en una pareja y el de un inocente niño de cinco años que es más listo que el hambre. Por los romances que se forman entre los amigos de uno y otra, unos más arrolladores y otros más tranquilos. Además de vivir la amistad en el más amplio sentido de la palabra, cuando una de las amigas de Jenny tiene problemas con su padre y todos los demás hacen una piña para apoyarla, sin dejar de lado al anciano.
Se vive el amor en todos los aspectos: de pareja, entre amigos y entre padres e hijos.
- ¿Podrías dejarnos una escena de una de tus novelas? La que más te guste.
Es difícil escoger, como comprenderás no se puede elegir entre ninguno de tus niños.
Aquí va un fragmento de TODO EMPEZÓ CON UN BESO.
Al cabo del rato ella lánguidamente levantó la cabeza de su pecho y lo miró con ojos soñadores. Él la besó por todo el rostro.
─Cariño, siempre enloquezco de deseo cuando estoy a tu lado.─Dijo Roberto con un susurro apasionado.
─Me encanta que digas eso, es lo que me pasa a mí.
Mientras se estaban vistiendo a Paty le pareció ver algo que se movía por el suelo, pensó que había sido algún reflejo, al cabo de un momento volvió a verlo, ya estaba completamente vestida.
─¿Tienes ratas, por aquí? ─Roberto soltó una sonora carcajada─. No te rías, yo he visto alguna cosa que se movía. ─Él rió con más intensidad. Ella se molestó, por su hilaridad─. Bueno como que es tú despacho, ya te las apañaras tú con ellas. ─Iba a irse.
─Espera, aún no sabes, por qué te he llamado. ─Ella lo miró con ceño. A él aún se le escapaba la risa─. Blanquita… Blanquita…
Paty lo miraba como si hubiera enloquecido, mientras él parecía llamar a la rata. Cuando de debajo de la mesa salió un pequeño perrito todo blanco, ella abrió la boca sorprendida, lo que había visto no era una rata, sino un perro. Se agachó cuando el pequeño animal se le acercó corriendo, era blanco como la nieve, con unos vivarachos ojos, y un pelo esponjoso y rizado.
─Oh… ─Exclamó─. Es una preciosidad. ¿De dónde ha salido?
─Pensé que te gustaría, llegó con el envío de los víveres.
─Por supuesto que me gusta. ─Sonreía encantada mientras el perrito le lamía la mano. Se arrodilló en el suelo, para jugar con el─. ¿Tiene nombre?
─Blanquita.
Roberto se acercó a ella y se acuclilló a su lado. La perrita, no paraba de saltar a su alrededor, su pequeña colita no paraba de moverse de lo contenta que estaba.
─Lleva algo colgado en el collar, ¿no sientes curiosidad?
Paty le desató el lazó que estaba prendido en el collar, había un saquito de terciopelo azul brillante. Miró interrogativamente a Roberto.
─Ábrelo.
Ella lo abrió y lo puso boca abajo en su mano, al momento vio una placa de oro con una cadena, lanzó una exclamación, leyó la inscripción de la placa, “Te necesito”, sus ojos no podían apartarse de la joya, se le llenaron de lágrimas. Roberto se dio cuenta del detalle, cogió la placa de la mano de ella y puso la cadena alrededor de su cuello.
Ella se lanzó a sus brazos, mientras las lágrimas empezaban a correrle por las mejillas, Roberto la abrazó tiernamente.
─Cariño, no llores. ─Le decía mientras le acariciaba el pelo.
Ella se sentía dichosa, siempre había deseado que alguien la necesitara, y allí estaba él, diciéndoselo con todas las letras. Ella lo amaba. Era algo que había ocurrido paulatinamente, poco a poco, cuando había querido darse cuenta estaba locamente enamorada de ese hombre.
- El 19 sale a la venta Alianzas eternas, ¿qué puedes avanzarnos de ella?
Es una novela que le tengo un especial cariño. No creo que deje indiferente a nadie; es posible que haya más de un momento de la lectura en la que os enfadéis y me queráis dar una colleja. Porque a los protagonistas parece que les hayan echado alguna especie de mal de ojo, que no les deja encontrar la felicidad. Sin embargo, os garantizo que termina bien, con un fueron felices para siempre.
- Y por último, ¿podrías adelantarnos algo de tus próximos proyectos?
Hay una en el horno, que el protagonista es un tipo al que le gustan muuuucho las mujeres, y tiene un trabajo ideal para disfrutar de una vida amorosa muy variada y sin compromisos. Está convencido de que las mujeres son todas unas aprovechadas y se niega a atarse a ninguna. Hasta que se encuentra a una que le demuestra que es un necio y le pone la vida patas arriba.
Pues muchas gracias Marian, desde El club de las románticas te deseamos todo lo mejor. Un abrazo muy grande.
Muchas gracias a ti, Alexia, por este rato tan agradable. Y al Club de las Románticas y a todas las lectoras, porque sin ellas nada de esto sería posible. Nunca os podré demostrar lo agradecida que os estoy.
Un besazo a todas.
3 comentarios :
Y ahora te diré... "Eres muy guai". Lo digo desde dentro, desde al alma. Eso lo dice Julia Roberts en Prety Woman al director del hotel. Una película que no me canso de ver cada vez que la dan en la tele.
Bueno, pues lo dicho, ya no me enrollo más, que ya lo he hecho suficiente más arriba.
Un beso muy grande.
Yo también estoy deseando poder abrazarte.
De momento nos tendremos que conformar con un besazo y un abrazo virtual.