miércoles, 27 de agosto de 2014

En el momento en que mis ojos se posaron en ti, mi corazón se saltó un latido, en mis entrañas me cosquilleaban mariposas y una corriente eléctrica tiraba de mi para llevarme a tu lado.
La felicidad me ha envuelto desde entonces en el suave manto de tus caricias y en el cálido aliento de tus susurros. 

Mi corazón estalla de gozo por la dulce espera,
en unos días nos abrazaremos tres.
No te asustes, amor, la vida es bella, 
y la viviremos con plenitud a la vez.

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